lunes, diciembre 05, 2005

Suba – Sao Paulo Confessions

edificio copan

En un viaje a Brasil hace algunos años, en una disquería de Sao Paulo hablando con el encargado, tratando de comunicarle la música que me gusta: “¿qué esta pasando na musica brasileira hoje? voce sabe, algo exploratorio, ¿voce conhece Hermeto Pascoal? (para darle alguna referencia)”, “sim, mais Hermeto e una coisa distinta, distinta a tudo” me contesta, y entonces me pasa el disco “SUBA, Sao Paulo confessions”. Lo escucho. “Obrigado”.

Otro giro de tuerca para la música brasilera, pero esta vez extrañamente por un yugoeslavo nacido en NoviSad que llegó a Sao Paulo a hacerlo su hogar y lugar de creación de su música con sus seguidores, Mitar Subotic, SUBA. Lamentablemente muerto poco antes de comenzar el nuevo milenio, SUBA (noviembre de 1999).

suba

Primero hacemos un Frankenstein le decía Suba a su amigo Joao: destruir para construir. Pequeños toques de música electrónica con secuenciadores y teclados. Todo tocado con delicadeza chill-out, pero con un toque de humanidad sensual. Lleno de exploraciones, delicadas, mínimas. Mezcla de toques electrónicos y percusión brasilera, voces de las nuevas divas: Cibelle, Katia B.

Para mi gusto una fusión feliz con la música electrónica. El tecno-brasilero, que no inventa nuevos ritmos – los tiene de sobra-, sino que se apoya en lo que ya existe y bien: la MPB (musica popular brasilera), el tropicalismo. Para que inventar algo de raíz en un país que tiene a Vinicius, Jobim y Niemeyer. Suena como si la MPB hubiese sido inventada para sintetizadores, secuenciadores y herramientas de software.


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niteroi mac 2


Tantos desejos. Todo es sonidos electrónicos y percusión, pero se mezcla con la voz de Cibelle como si estos fueran los instrumentos con que nació el bossa. Se añaden los coros clásicos de la MPB. El fondo toca samba, y la voz sigue en el bossa. La voz joven, fresca de Cibelle, invita a saborear la vida.

Antropófagos. No tiene solo el ritmo lento y cadencioso del bossa, sin también el machacante de la samba, en donde se acumula percusión. Carnaval, sonidos orientales (¿eslavos?)

Felicidade. Versión de la canción de Vinicius+Tom: “tristeza no ten fim, felicidade sim”, sentimiento típicamente brasilero.

Un dia comum (en SP). Introducción con sonido de radio de mañana mezclada entre sonidos electrónicos y platillos de batería que suenan persistentemente. Se detiene la percusión durante algunos compases, y vuelve, esta vez más rápido: medio día en SP, hierve de actividad. Y el sonido sigue así hasta el final: el día nunca se acaba en SP.

Obrigado Sao Paulo. Tudo bem.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Para variar, lo tuyo me sorprende.
Te recomiendo visitar a un amigo virtual, loco por la buena música ; Buena página, buena oreja.
Nos vemos.

http://www.segmento.blogspot.com/

julio martinich dijo...

Buen dato febunba: gracias.

walter dijo...

Descubrí a Suba hace tres o cuatro años y aún me sorprende su música. En el disco tributo, el belga Buscemi se manda un temón, el remixed de Felicidade está re- bueno! Saludos.