Ali Farka Toure + Ry Cooder - Talking Timbuktu

Africa: partimos río arriba por el Níger, desde Port Harcourt en Nigeria, en el delta llamado las “bocas del Níger” que desemboca en el Golfo de Guinea, subimos rumbo Norte hasta llegar a la represa Kainji, y tomamos rumbo Noreste para entrar a Níger llegando a una gran ciudad: Niamey; seguimos río arriba, siempre al Noreste, el río se abre en varios brazos y se vuelve a unir, y entramos a Mali, para finalmente, doblando hacia el Este y un poco hacia el Sur, llegamos a la zona de Timbuktú: 11 km al Norte, en una zona de pozos donde en otro tiempo existió el Imperio Mali (siglo XI). El río no se acaba ahí, pero ya llegamos a nuestro destino. Al seguir hacia el Sur existen extensas zonas de humedales, pero ese es otro cuento. Al Norte está el desierto del sahara: tierra de los Touaregs. Gracias Google Earth por este viaje.

Calles desérticas de tierra, casas de adobe, y entrando a una de ellas dos hombres – músicos –son Ali Farka Toure y Ry Cooder conociéndose con respeto, nos acogen e hipnotizan con su música. Ali Farka Toure nació cerca de estos parajes y vive aquí luego de tocar música en Europa por varios años, ha vuelto a ser agricultor de una granja de arroz y ahora toca solo en su tiempo libre. A Cooder lo conocí por ”Paris, Texas”, esa gran película de Wim Wenders, a Toure lo conocí por Cooder gracias a este disco.



Tocan Amandrai, una canción de un amor oculto cantada en lengua Tamaschek - una de las más de 2 mil que se hablan en África, según National Geographic - esta es otra cara del blue: la versión africana: Toure explora el blue usando su lengua nativa y aquellos juegos rítmicos monótono-hipnóticos que usan los africanos para entrar y hacernos entrar en trance.


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De África al Mississippi, y del Mississippi al Níger

Pequeña introducción – muy blusera – de guitarra eléctrica sin efectos, para entrar de lleno en el ritmo clásico y cadencioso del blue: esto podría ser música de cualquier pueblo del centro de EEUU, hasta que reconocemos que la lengua en que está cantando no es el clásico inglés negro con que hemos escuchado esto; primer juego de guitarra a cargo de Toure: simple pero intenso con su guitarra pura, y luego entra Cooder usando su slide guitar: se siente el respecto mutuo de estos dos músicos, Toure lo nombra y luego de que se lo nota un poco trabado entre tanta simpleza Toure le da otra: “one more” le dice y esta vez Cooder agrega otro poco y se suelta, total el blues puede ser eterno y en estos parajes más aún, el ritmo está siempre ahí y nos lleva fácil de los pueblos de algodón del Mississippi al lugar en donde están las raíces: al Níger, pero esta vuelta es diferente, de los africanos anteriores al algodón y ahora esta vuelta de mano: un africano tocando blues, y de nuevo comienza Toure a cantar Amandrai; no tenemos idea de lo que dice, pero la verdad no importa, se adivina alguna situación no muy feliz, es un grito contenido pero triste como el blue; mejor tocar guitarra y seguir sintiendo ese ritmo que nos lleva y esta vez las dos guitarras se entrelazan y se acompañan mutuamente, la de Toure toma el primer plano, y finalmente Toure se acuerda nuevamente de su grito: Amandrai.

El disco no es solo de blue, contiene también temas muy típicamente africanos con esos responsos que pudieron haber hecho nacer el gospel, y también esos ritmos africanos cadencioso-monótono-hipnóticos. Algún día tengo que ir a África y conocer y vivir aunque sea un poco de esto.

Ali Farka Toure dice en la carátula del disco: “Para algunos, cuando se dice “Timbuktú” es como el fin del mundo, pero no es cierto. Yo soy de Timbuktú, y les puedo contar que estamos justo en el corazón del mundo”.

¡ Gracias Ry Cooder por darnos a conocer a este músico !